viernes, 7 de marzo de 2014

Materia


Tengo una colección de colecciones inacabadas, 
una innumerable cantidad de discos estropeados, 
el papel de regalo, de regalos que ni recuerdo, 
y mil poemas que terminan en puntos suspensivos...

Tengo un envoltorio y un caramelo que no coinciden, 
y una montaña de bolígrafos que no escriben. 
Por supuesto que tengo una caja de mecheros que no encienden, 
y en alguna parte una botella de gas para mecheros vacía. 

Tengo una casa que no es mía pero que habito, 
unos hábitos inservibles e indecorosos, 
un síndrome de Diógenes endógeno y latente, 
y un cajón lleno de llaves que no abren nada. 

Guardo juguetes con los que nunca juego, 
libros que nunca he leído, películas que nunca veo, 
y alguna sustancia que nunca consumo. 

Suelo lavar una taza en la que no bebo, 
también lavé ropa que no me pongo, 
tengo cosas que no se para que sirven, 
y cosas que ni se cómo narices se llaman. 

Todas estas piezas son objetos de desecho,
cosas que nadie guardaría
pero que muchos guardamos.
Son recuerdos que reiteran,
que entre tanta materia,
lo material,
nos importa una mierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario