Ahora está de moda concienciar,
en Internet,
todo el mundo apoya algo.
todo el mundo apoya algo.
Desde su sofá.
O se quejan en los bares
de los precios,
de los precios,
mientras suenan cucharillas de fondo.
De cafés pagados.
De cafés pagados.
Basta una frase sobre lo malo que es algo
para que se abracen a cualquier movimiento.
Durante un minuto al día.
La gente reivindica un planeta limpio,
a través de su Android.
Mientras planta un pino,
marrón,
en el retrete.
Llueven tiempos crueles,
como casi siempre en alguna parte,
cuando no lo sabíamos.
La gente reivindica un planeta limpio,
a través de su Android.
Mientras planta un pino,
marrón,
en el retrete.
Llueven tiempos crueles,
como casi siempre en alguna parte,
cuando no lo sabíamos.
Pero ahora,
estoy tan mojado de cruel actualidad,
que es difícil escapar de las lecturas,
o del tintineo.
Y aunque apoyo,
en lo que creo,
en lo que creo,
desde mi café y mi sofá.
Cada vez más,
aprendo a no quejarme
de aquello por lo que no me ensucio,
al menos,
hasta despejar la duda,
al menos,
hasta despejar la duda,
por que no sé,
si es más injusta una guerra,
que pedir paz,
desde la trinchera.
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