No me pidáis que piense con
la cabeza,
pues me enraíza el corazón en
las neuronas,
me sobrecargo si se enfrentan,
y mi sistema se satura.
No pretendáis que camine por
la acera,
tengo predilección por las
piedras,
a la tercera, ya no tropiezo.
Si me dais un camino llano,
mi sistema se acomoda.
No puedo permitirme
acomodarme,
me enerva la prepotencia que
da tenerlo todo hecho,
los que lo saben todo,
los que han “ido y vuelto”
cuando tu estas yendo.
Si me enervo,
mis sistema,
se bloquea.
No voy a ninguna parte con
prisas,
pero tampoco me gusta llegar
tarde,
solo haberme ganado lo que me
coma,
vivir con lo que siento,
despistarme del mundo
y seguir, paso a paso,
con mis pies a
dos centímetros del cemento.
Si depende de las reglas,
mi sistema,
no evoluciona.
No me pidáis que sea el más
feliz,
que me agobian las sonrisas
dibujadas,
el desliz de la mirada que
ignora el dolor,
porque las bombas rugen
demasiado lejos.
Si me generáis esa sordera,
mi sistema, se inmuniza.
Y no quiero habituarme a base
de telediarios,
a mezclar los muertos con los
goles,
los secuestros con los golpes
de calor,
la noticia cuando no hay
noticia.
No quiero que
me dosifiquéis pena,
apabullando la rabia,
para que me quede en casa, llorando,
en lugar de salir a la calle,
a romperlo todo.
Si le encerráis,
mi sistema.
se apaga.
No me pidáis que viva eso de
ser de hoy,
que sea un moderno agradecido
a la industria,
o un apóstol del desarrollo.
No seré nunca de los que
ignoran que hay muertos,
sangre y sudores,
para que ellos lloren,
al mediodía,
las cifras del hambre.
No me pidáis que admita que
soy libre,
la libertad es
demasiado utópica,
mi cerebro se enfrenta
directamente a mi corazón,
y mi sistema,
otra vez,
se sobrecarga.
No me salva ni el reinicio,
de mi confuso estado,
me siento independiente como
el dedo de un guitarrista,
moviéndome a mi ritmo y en compañía,
pero marginado si evito ir
donde va la mano,
y mientras discutimos,
el brazo nos lleva a todos
por el mástil,
hacia la nota que la
partitura manda.
Mi sistema se frustra,
y no quiero vivir con un
sistema en colapso.
Así que he decidido instalar siempre la última actualización,
tener una mente de código abierto,
y pensar
que a pesar de todo aquel sistema
que nos intenta manejar,
podemos ser capaces de manejar
nuestro sistema,
escribir nuestra canción,
aunque desafinemos,
escribir nuestra canción,
aunque desafinemos,
aunque rocemos el error 404
veces cada día.
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